Planificar y grabar un videoclip es una tarea rigurosa y metódica. Escuchar el tema una y otra vez hasta la saciedad. Interiorizarlo. Imaginarte el ritmo y la frecuencia de planos. Lo que la historia debe contar. La simbiosis perfecta de imagen y música.
PLANTEAMIENTO INICIAL
Suena el teléfono. Es el comisario de la mayor exposición de los Beatles realizada hasta ahora en España, Chema Ríos, y me propone hacer un videoclip. Reproducir la icónica escena de la cama en la habitación de hotel desde la que John Lennon y Yoko Ono reivindicaron la paz en Vietnam en el año 1969. Pero me apunta; “con ciertos matices gallegos”. Un pulpo por aquí, unas “cuncas” de Ribeiro por allá, gaitas, aturuxos, la Rianxeira… Sin saber bien cómo íbamos a realizar tal cosa (sin que fuese hortera) y una vez escuchado esto afirmo rotundamente que por supuesto. Que cuente conmigo. Si tener ningún dato más. Me parece una propuesta tan arriesgada y dificultosa que me atrae el reto de poder sacarla adelante.
PREPRODUCCIÓN: La documentación.
Me meto de lleno en la pomada y reviso dos clips originales que me recomiendan. Me documento. Uno que contiene lo que es sólo imágenes en la cama, y otro que más tarde incluiría recursos de imágenes bélicas de archivo de la guerra. No quiero imitarlo, plagiarlo. No va de eso. La idea es hacer un llamamiento a la paz en estos tiempos tan convulsos. Entre los dos me propongo hacer uno más dinámico, pero respetando el desenfado y la “no perfección” del clip original. Llevármelo a mi terreno.
Necesitaba tener frescura y rapidez de movimiento. Cambiar de plano casi constantemente.
Hago un planteamiento mental de lo que necesitaría en un principio y lo anoto. Mi esquema en sólo un folio, sin más. Más adelante ya desarrollaría la idea.
PRODUCCIÓN: Elección del equipo de cámara.
En cuanto a la cámara tenía claro que con la mía me apañaba. Sobre todo por el motivo económico. Una Canon C100 MKII. Podía conseguir además una gemela. En cuanto a lentes, normalmente trabajo siempre con lentes fijas que me aportan las cualidades que todos sabemos. Pero esta vez tenía claro que necesitaba un zoom corto, más angular que tele. Que no tuviese excesiva nitidez, para dar un look más antiguo. Me decanté por 2 unidades canon 16-35 f 2.8, la primera versión de la lente (creo 2007). Me gustó por su viñeteado y la pérdida de enfoque gradual en las esquinas, abierto a f2.8. Defectos que en otros momentos no querría. Buscaba una imagen un tanto sucia, poco digital. La iba a ensuciar mucho más en postpo. Pero ya quería eso como base inicial.
Cámara en mano. Elección ya de primeras. He de decir que valoré algún rig, cojín de cámara… pero al final son trastos que ocupan en el ya de por sí pequeño espacio del set.
Me planteo a última hora colocar una tercera cámara improvisada para coger un gran angular cenital (14mm)de toda la escena. Atada con bridas al Ceferino de la luz principal. Podría serme útil para romper la monotonía del casi siempre mismo punto de vista. Escojo lo que tengo a mano. Una nueva, aún sin estrenar, canon R5. La pruebo y configuro sólo unos días antes, cuando llega a mis manos.
Iluminación
Para la fotografía que me había imaginado, y pensando en que el espacio era pequeño (no pude localizar- sólo tuve de referencia de alguna foto y un vídeo de móvil), me lo jugué todo a una carta. Un ceferino, una mini jirafa y una luz cenital, con un difusor a modo de linterna. Cerrado por los laterales para evitar rebotes en las paredes. Un led bicolor Aputure Amaran 200x ( equivalente 750w tungsteno) puesto a un 75% aprox, a unos 4000oK. Quería un tono de piel de luz artificial, interior, similar al de las antiguas luces de tungsteno, pero sin llegar a anaranjar demasiado la toma. El resto de luz es residual de la que no pudimos apagar, vitrinas, etc.
Para cuando entran en escena las gaitas usé parte de luz ambiente y un panel Aputure Nova P300c como apoyo, a 45o, directo, sin accesorios de control de luz.
La idea era algo austero y simple, pero eficaz. Que me permitiese toda la libertad de movimiento y el mayor espacio posible libre de artefactos alrededor de la cama.
Planning de rodaje y número de tomas
Antes de salir del estudio tenía básicamente la localización, los horarios y unas imágenes del espacio que me habían enviado. Tendría que improvisar. Me llevé más equipo del necesario para cubrir algún que otro imprevisto. Lo que tenía en mente era sin duda lo soñado. Tema en playback y repetir pisando el audio tantas tomas como necesitase desde distintos puntos hasta estar seguro de tenerlo. Fácil. Lo hecho otras veces.
Lo que sucedió fue bien distinto. No había playback porque que se iba a grabar el audio en directo -cosa que se olvidaron de contarme- y se pisarían. Se decidió en su lugar meter un bombo que marcaba la latencia y el ritmo a seguir, que después estaría presente en el audio final. Gran trabajo el de Juan De Dios Martín y su equipo! . Gran problema para mí a la hora de sincronizar las tomas! Cómo se resolvió?. Con paciencia infinita.
Escogí la mejor toma de audio y luego me las apañé para robar trocitos de otras que encajasen en ese momento. Sólo se grabaron 2 tomas enteras, y una tercera fallida partida en 2 mitades. Se nos echó el tiempo encima -estaban esperando los gaiteiros- y el sofocón de tanta gente junta en el set (apagamos el aire por el ruido que entraba por el micro y cerramos puertas y ventanas) y en el exterior hacía 40o!!. De echo la R5 se murió en la primera toma por sobrecalentamiento. No recuerdo haber pasado tanto calor en un set. Luego, y a sabiendas de que seguro me iban a faltar planos, grabé un par de temas más sólo con el primer plano de Parisi y el micro en boca para cubrirme, mientras se preparaba para entrar la formación de la Real Banda de Gaitas de Ourense. También realicé unas tomas de Lennon y Yoko haciendo muecas y posando con amigos, fiel al clip original.
Lo de los aturuxos -que se le ocurrió al director una vez visto el primer montaje- para acentuar aún más el carácter gallego de la pieza, complicó aún más la cosa. ¿Dónde?¿Cuántos?. Se nos ocurrió grabar uno en el estudio, como si en la cama se tratase. Plano muy cerrado para encajar mejor la toma. Monté el mismo esquema de una luz y coloque a Yoko (Mei Ayala) aproximadamente en la misma posición y sentada, para que coincidiese mejor. El resto de ellos fueron improvisados. Salimos al exterior y buscamos las localizaciones con el coche, parando en las que creíamos más oportunas. Al final usamos los 3 que habíamos grabado y no 2 como en un principio habíamos pensado.
Montaje del clip y postpo de audio
No menos importante es cuidar todos los detalles a la hora del montaje. Pero si no has pasado nada por alto en el rodaje y has sido meticuloso lo vas a agradecer. Antes de comenzar, volví a revisar los 2 clips de referencia para refrescar la memoria a pesar de tener mi propio montaje ya en mente. Me sincronicé con el productor musical, Juan De Dios, para ver cuál iba a ser la mejor manera de trabajar online sobre la misma pieza para poder hacer coincidir la parte suya (audio) y el vídeo. Decidimos seleccionar una de las tomas por la mejor musicalidad. A partir de ahí, y con el sonido ambiente de esa toma, me puse a sincronizar el vídeo de las otras -a ojo, no había claqueta- de las otras hasta completar el clip. Bastantes días y alguna que otra noche. Una vez terminado y acotado el audio que iría en la pieza, mientras Juande y Chema trabajaban en paralelo para enriquecerlo e incluir nuevos elementos, coros, guitarras, aturuxos… me puse a superponer los elementos de recurso grabados. Intentando no saturar demasiado, pero aportando un aire de frescura y vía de escape a la escena monótona de la cama. Al final de todo se colocaron los aturuxos. Le di mil vueltas hasta dar con la solución de donde encajarlos.
Al final y una vez montada la parte visual con el audio original como referencia, Juande me envió la pista de “master” de audio con todos los elementos incluídos, que sustituí por la original.
Etalonado
Ya sólo en el estudio. Lo tenía casi todo listo. Me quedaba lo más divertido. Crear el color y la estética sesentera que me había imaginado en un principio. Usé un plugin -film converter- que funciona como emulador de cine. Dispone de marca de películas, tamaño de fotograma, grano, etc. Yo creo que es lo que mejor imita al celuloide, sin irnos a otros medios fuera de mi alcance. Creí que le daría ese plus de credibilidad. Aún usando las lentes zoom, notaba bastante nitidez. Quería algo menos perfecto. Baje de super 35 a super 16mm el parámetro de película y logré esa “falta de nitidez” de forma muy natural que buscaba.